La inclusión social: una respuesta frente a la drogodependencia
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Con la presencia del Representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito UNODC, Aldo Lale-Demoz; el Viceministro de Salud y Bienestar, Carlos Ignacio Cuervo Valencia; el Director Nacional de Estupefacientes, Carlos Albornoz Guerrero; y Carmen Serrano, Asesora de Naciones Unidas, se realizó el lanzamiento del libro "La inclusión social: una respuesta frente a la drogodependencia", documento escrito a varias manos que recoge algunas de las más importantes experiencias que se han venido desarrollando en Colombia, en el tema de inclusión social, durante los últimos años.
El libro, presentado por el Programa para la Descentralización del Plan Nacional de Drogas, el Ministerio de la Protección Social y UNODC habla de un panorama social en el que la exclusión es característica del país en el que vivimos, con el 49.2% de su población bajo la línea de pobreza, de los cuales, 14.7% se encuentran en la indigencia.
Es en ese grupo social en el que las carencias de todo tipo se convierten en el motor que los impulsa al consumo de sustancias psicoactivas. Como consecuencia de ello, un consumidor de drogas, ya de por sí en situación de alta vulnerabilidad, entra "en una dinámica que engendra más rechazo social, más exclusión y castigo, lo que lo aleja cada vez más de cualquier posibilidad de solución a su situación".
De acuerdo con el Viceministro de Salud y Bienestar, Carlos Ignacio Cuervo Valencia, " Cada uno de nosotros o la mayoría de ciudadanos somos muy proclives a estigmatizar y subestimar la persona que consume drogas, y no lo vemos como un ciudadano que tiene derechos y deberes, que hace parte de una sociedad". Para el Viceministro es responsabilidad de todos incluir a estas personas para poder ayudarles a superar su condición de vulnerabilidad. "Definitivamente hay una tendencia de quienes no somos consumidores, a estigmatizar a las personas que si lo son", añadió.
Y es que cuando se habla de exclusión, se habla de que el problema no es solo material, se refiere también a un sinnúmero de privaciones. En su presentación, el Viceministro también dijo que esas privaciones son el "resultado de falta de oportunidades personales, sociales, políticas, económicas y afectivas, entre otras. Muchas de estas carencias, de una u otra forma, se reflejan claramente en las personas consumidoras usuarias o no de los programas de rehabilitación existentes en el país, como se puede evidenciar en las distintas experiencias contenidas en el libro que hoy tenemos la satisfacción de lanzar en conjunto con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito".
Para el Viceministro, esas experiencias constituyen el ejemplo claro de que si es posible trabajar el tema de la inclusión. Así lo señalan los expertos: lo que se haga en la prevención del consumo, y en el tratamiento y en la rehabilitación, se perderá si no existe un trabajo de inclusión social.
De acuerdo con el contenido del libro, "desde hace un tiempo comenzó a abrirse camino una propuesta de tratamiento eminentemente social para un problema que es también social: el abuso de drogas. Esa perspectiva parte de un concepto clave: el drogodependiente antes que un enfermo, es un ciudadano, es parte de la sociedad y debe ser incluido en ella."
Se puede decir entonces que la inclusión social en el tema de la drogodependencia, se refiere a que los individuos hacen parte de un grupo social que debe participar en la rehabilitación y la inclusión de las personas dependientes de sustancias, y no verlos meramente como enfermos o transgresores.
"La opción por la inclusión social parte del reconocimiento de la dignidad de las personas y por tanto del respeto a su libertad y autodeterminación" señala el texto.
Aldo Lale-Demoz, Representante de UNODC, valoró y agradeció el trabajo que realizan las organizaciones de la sociedad civil, "quienes solo con el ánimo de servir, nos enseñan día a día que es posible construir un mundo mejor aún para aquellos quienes han perdido la esperanza a causa de las drogas."
Según el Representante, la misión de UNODC siempre ha sido la de acompañar, servir de testigos y apoyar a quienes hacen grandes esfuerzos por brindar esperanza y acogida a las personas más vulnerables, a aquellos a quienes por una u otra razón las drogas los han llevado a perderlo todo. De manera muy especial le dio las gracias a los gestores del documento: Susana Ferguson, directora Fundación Procrear; Martha Suescún, Directora Fundación Libérate; Hugo Iván Olaya, Director Corporación Encuentro; Cesare Cattini, Director Fundación Arca de Noé; Bibiana Restrepo, Directora Corporación Temeride; Martha Herrera, Coordinadora Fundación Niños de Papel; Alfonso Medina, Director Fundación Fundaser; Efrén Milanese, Caritas Alemana; Bernardo González, Editor; María Mercedes Dueñas, UNODC y Diana Agudelo, UNODC.
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Con la presencia del Representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito UNODC, Aldo Lale-Demoz; el Viceministro de Salud y Bienestar, Carlos Ignacio Cuervo Valencia; el Director Nacional de Estupefacientes, Carlos Albornoz Guerrero; y Carmen Serrano, Asesora de Naciones Unidas, se realizó el lanzamiento del libro "La inclusión social: una respuesta frente a la drogodependencia", documento escrito a varias manos que recoge algunas de las más importantes experiencias que se han venido desarrollando en Colombia, en el tema de inclusión social, durante los últimos años.
El libro, presentado por el Programa para la Descentralización del Plan Nacional de Drogas, el Ministerio de la Protección Social y UNODC habla de un panorama social en el que la exclusión es característica del país en el que vivimos, con el 49.2% de su población bajo la línea de pobreza, de los cuales, 14.7% se encuentran en la indigencia.
Es en ese grupo social en el que las carencias de todo tipo se convierten en el motor que los impulsa al consumo de sustancias psicoactivas. Como consecuencia de ello, un consumidor de drogas, ya de por sí en situación de alta vulnerabilidad, entra "en una dinámica que engendra más rechazo social, más exclusión y castigo, lo que lo aleja cada vez más de cualquier posibilidad de solución a su situación".
De acuerdo con el Viceministro de Salud y Bienestar, Carlos Ignacio Cuervo Valencia, " Cada uno de nosotros o la mayoría de ciudadanos somos muy proclives a estigmatizar y subestimar la persona que consume drogas, y no lo vemos como un ciudadano que tiene derechos y deberes, que hace parte de una sociedad". Para el Viceministro es responsabilidad de todos incluir a estas personas para poder ayudarles a superar su condición de vulnerabilidad. "Definitivamente hay una tendencia de quienes no somos consumidores, a estigmatizar a las personas que si lo son", añadió.
Y es que cuando se habla de exclusión, se habla de que el problema no es solo material, se refiere también a un sinnúmero de privaciones. En su presentación, el Viceministro también dijo que esas privaciones son el "resultado de falta de oportunidades personales, sociales, políticas, económicas y afectivas, entre otras. Muchas de estas carencias, de una u otra forma, se reflejan claramente en las personas consumidoras usuarias o no de los programas de rehabilitación existentes en el país, como se puede evidenciar en las distintas experiencias contenidas en el libro que hoy tenemos la satisfacción de lanzar en conjunto con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito".
Para el Viceministro, esas experiencias constituyen el ejemplo claro de que si es posible trabajar el tema de la inclusión. Así lo señalan los expertos: lo que se haga en la prevención del consumo, y en el tratamiento y en la rehabilitación, se perderá si no existe un trabajo de inclusión social.
De acuerdo con el contenido del libro, "desde hace un tiempo comenzó a abrirse camino una propuesta de tratamiento eminentemente social para un problema que es también social: el abuso de drogas. Esa perspectiva parte de un concepto clave: el drogodependiente antes que un enfermo, es un ciudadano, es parte de la sociedad y debe ser incluido en ella."
Se puede decir entonces que la inclusión social en el tema de la drogodependencia, se refiere a que los individuos hacen parte de un grupo social que debe participar en la rehabilitación y la inclusión de las personas dependientes de sustancias, y no verlos meramente como enfermos o transgresores.
"La opción por la inclusión social parte del reconocimiento de la dignidad de las personas y por tanto del respeto a su libertad y autodeterminación" señala el texto.
Aldo Lale-Demoz, Representante de UNODC, valoró y agradeció el trabajo que realizan las organizaciones de la sociedad civil, "quienes solo con el ánimo de servir, nos enseñan día a día que es posible construir un mundo mejor aún para aquellos quienes han perdido la esperanza a causa de las drogas."
Según el Representante, la misión de UNODC siempre ha sido la de acompañar, servir de testigos y apoyar a quienes hacen grandes esfuerzos por brindar esperanza y acogida a las personas más vulnerables, a aquellos a quienes por una u otra razón las drogas los han llevado a perderlo todo. De manera muy especial le dio las gracias a los gestores del documento: Susana Ferguson, directora Fundación Procrear; Martha Suescún, Directora Fundación Libérate; Hugo Iván Olaya, Director Corporación Encuentro; Cesare Cattini, Director Fundación Arca de Noé; Bibiana Restrepo, Directora Corporación Temeride; Martha Herrera, Coordinadora Fundación Niños de Papel; Alfonso Medina, Director Fundación Fundaser; Efrén Milanese, Caritas Alemana; Bernardo González, Editor; María Mercedes Dueñas, UNODC y Diana Agudelo, UNODC.
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